viernes, 15 de enero de 2016

Historia de la vida cotidiana en México

                ¿Por qué los mexicanos no nos podemos imaginar una comida sin tortillas?, ¿Por qué es tan importante para nosotros la relación con el compadre?, ¿De dónde proviene nuestro recelo por la autoridad? Este es el primero de una serie de seis libros que tratan de generar en el lector estas y otras preguntas, confrontándonos con nuestro pasado común. La historia no sólo se teje mediante, guerras, caudillos, hazañas, reyes y gobernantes; la historia, la verdadera historia, se crea día a día con las acciones comunes de un pueblo, que van estableciendo tradiciones y cosmologías que a la larga construyen a las sociedades.  

                Esta colección, coordinada por el Colegio de México, escrita por un amplio número de especialistas del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Autónoma de México y editada por el Fondo de Cultura Económica, nos presenta, como en un mosaico, las creencias, costumbres y usos que se han estado desarrollando en México desde los tiempos prehispánicos y que han dado forma a nuestro pueblo hoy en día.

                Este primer ejemplar, nos llevará a conocer las costumbres de los antiguos pobladores de nuestro país, desde la lejana civilización madre de los Olmecas, hasta la vida de los indígenas en los primeros años de la Colonia: cómo vivían, cómo se casaban, cómo se alimentaban, cómo hacían la guerra, la forma en que la vestimenta mostraba sus rangos sociales, el choque sociológico y cultural que representó la aparición del español en medio de estos pueblos, las incomprensiones de unos y otros al no poder ver el mundo desde el punto de vista ajeno y cómo algunos jefes indígenas pudieron conservar e incluso aumentar su poder y riqueza aprovechándose del nuevo orden social y político traído por los españoles.

                Solemos pensar que la historia de México es algo parecido a: “había muchos pueblos indígenas antes de la llegada de los españoles: mayas, toltecas, mexicas, tlaxcaltecas y chichimecas, luego llegó Cortés, los venció y conquistó… luego, el cura Hidalgo se levantó en armas para eliminar la tiranía de los españoles”… pero da la casualidad que entre la conquista de México y el grito de independencia ¡hay 300 años! Más años de los que llevamos como país independiente, obviamente los 300 años de colonia son una parte fundamental de nuestra construcción como sociedad, y esta colección pretende rescatarla y ponerla al alcance de todos, sin olvidar la etapa precolombina y los años de nuestra vida independiente.

                Una característica importante de este libro es que es una colección de ensayos colocados más o menos de forma cronológica y cada ensayo está escrito por un especialista diferente, lo que hace que encontremos en el libro diferentes estilos narrativos y diferentes visiones de la realidad, pudiendo a veces encontrarnos con temas y estilos verdaderamente soporíferos y otras veces con ensayos muy bien escritos, interesantes y hasta emocionantes. También nos encontraremos que todos los textos son académicos, con abundantes notas y pies de página, que aunque utilizan todos un lenguaje muy sencillo pueden, no obstante, desesperar al lector; yo de entrada me salteé todos las notas, que representan fácil unas 68 páginas del libro.

          En este primer tomo, vemos en 17 ensayos, diferentes escenas de las civilizaciones Olmecas, Teotihuacana, Maya, Mexica, los días de la guerra de conquista, la nueva religión, los conventos, la educación y la nueva organización civil, las misiones en el norte de la Nueva España y las constantes resistencias indígenas. Todas en el marco de las costumbres y sobre todo el mestizaje de la cultura indígena y española y nos deja preparados para encontrarnos con la vida del México colonial de los libros segundo, tercero y cuarto.

           Es un libro que constituyó un gran descubrimiento para mí y me ayudó a entenderme mejor y a entender a nuestro pueblo, le doy 5 estrellas de 5.

·         Lo bueno: El descubrimiento de la vida común como constructora de toda una civilización como la nuestra.

·         Lo malo: Los conocimientos que podemos adquirir de los primeros pobladores de México en el período Preclásico y Clásico son casi exclusivamente arqueológicas, de manera que si como yo, no te interesa gran cosa la arqueología, sentirás que los primeros capítulos son extremadamente áridos y laaaargos.

·         Lo feo: El papel, es un libro bello, bonita encuadernación y de gran calidad, el papel también es un papel de alta calidad, pero excesivamente brillante, creo yo que para dar mayor realce a las ilustraciones, sin embargo, a la hora de leer, siempre te encuentras en un lugar de la página con el reflejo de la luz solar o de la luz artificial que estás utilizando, y eso es muy molesto, te obliga a estar continuamente moviendo el libro para quitar el reflejo de la luz en tus ojos, de verdad que extrañé el papel rústico que no refleja o la superficie mate de mi Kindle.

Para terminar, les paso algunas perlas de este hermoso libro de 520 páginas:

·         “Las crónicas suelen elogiar la limpieza de la ciudad (Tenochtitlán) y detallan algunos de los procedimientos mediante los cuales se lograba esa limpieza. En los barrios había cuadrillas encargadas de levantar la basura y desazolvar los canales anegados. En algunas vías públicas había braseros para la incineración de desechos sólidos”.

·         “En realidad, pocos pueblos de la historia parecen haber tenido la pasión por las flores que tuvieron los antiguos nahuas. No había fiesta religiosa en la que no estuvieran presentes las ofrendas florales, a veces en forma de grandes tapetes, “.

·         “Decían que el que estornudaba, era señal que alguno decía mal de él, o que alguno hablaba de él, o que algunos hablaban de él”.

·         “Los antiguos nahuas tenían hábitos de higiene completamente distintos a los que caracterizaban a los europeos de la misma época. El baño diario era común entre los nahuas, incluso dos o tres veces al día”.

·         “Otra situación que hacía palidecer a los españoles era la costumbre indígena de gritar durante las batallas, de la que hablamos antes. Al pelear gritaban, tocaban sus tambores y también sus instrumentos de viento. Convertían, de este modo, un campo de batalla en el lugar más ruidoso posible”.

·         “Una de las adaptaciones más interesantes que los indios hicieron en relación con el bautismo fue el sistema de compadrazgo. Manipularon la figura del padrino y el nexo del compadrazgo con la finalidad de tejer redes de compromisos y responsabilidades que dieran consistencia a la comunidad.”

·         “En opinión de Zumárraga, los indios se convertían más por la música que por la predicación, y agrega, ´los vemos venir de partes remotas por oir y trabajar por aprender (la música) y salir con ello´”

·         “Algunas de las prácticas que llaman la atención del religioso son de raigambre antigua, y él mismo lo percibe: ´se precian los viejos, por muy principales que sean, de barrer las iglesias, guardando la costumbre, en tiempos de su infidelidad, que en barrer los templos mostraban su devoción´”

1 comentario:

  1. WOW, Rafa, siempre genial. otra vez y siempre....mi mas sincera enhorabuena. saludos amigo Rafael Sosa Santiago.

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