viernes, 29 de agosto de 2014

101 preguntas para ser culto.

Quienes me conocen yo creo que se han acostumbrado a verme con un libro en las manos, normalmente lo cargo en el auto, para leer durante los semáforos en rojo, o conmigo mismo, si en algún momento tengo que tomar alguna fila o hacer antesala, uno nunca sabe.

No obstante, en algunas ocasiones me sorprende una fila o una sala de espera sin un libro en las manos... para esos casos de urgencia tengo mi "salvavidas": un libro electrónico en mi celular que tomo cuando no tengo a la mano mi libro, o cuando las condiciones de iluminación no me permiten ver una versión impresa.

A la par de los últimos libros que he estado leyendo en estas últimas semanas, mi libro salvavidas ha sido este: "101 preguntas para ser más culto" de Roberto Pliego.

Como su nombre lo indica, es un libro con 101 temas básicos para leer, referentes a las bellas artes en nuestro mundo Occidental. Iniciando por tocar los escritos de Homero (el de la Iliada, no el de los Simpson's... es broma). Continúa por los clásicos griegos, la edad media, el renacimiento, la ilustración y el convulsionado siglo XX. Literarura, poesía, música, filosofía, pintura, escultura. Época clásica, románica, bizantina, romanticismo, realismo, impresionismo, existencialismo, subrealismo, cubismo, tratados de una manera que el no iniciado puede entender fácilmente.

En suma, un libro que te permite entender la manera en la que se incerta la historia del arte en la historia de la humanidad.

Buen libro "salvavidas".

lunes, 18 de agosto de 2014

Lectura en voz alta.

            Una antología de lecturas recopilada por el escritor y poeta Juan José Arreola, su intención primaria es presentar al lector un grupo selecto de lecturas breves e interesantes de la literatura universal con la intención de iniciar al lector en el mundo de la literatura y cuya vocación es de preferencia ser leídas en voz alta.

            Encontraremos relatos breves extraídos del Código de Hammurabi, el poema de Gilgamesh, el libro de los muertos, el Antiguo y Nuevo Testamento, relatos de Homero, Marco Tulio Cicerón, Máximo Gorki, Rabindranath Tagore, Giovanni Papini, García Lorca, Cervantes, Ortega y Gasset, Pablo Neruda, José Vasconcelos, entre muchos otros. No existe un tema común que aglutine los relatos, simplemente se han reunido para tener la oportunidad de disfrutar la lectura de extractos selectos de un sinnúmero de fuentes.

            Aunque debo reconocer que los relatos breves no son mi fuerte, (no sé, tal vez necesito la relación y el compromiso de mediano plazo que requiere la novela o el ensayo, porque los libros de relatos y de cuentos me resultan difíciles de leer, divago mucho, me pierdo, en fin), no obstante, este libro lo encontré interesante, con verdaderas joyas de la literatura universal, que motivan a buscar las obras originales para seguir leyendo, (esa fue expresamente la intención de Juan José Arreola al publicar este libro).

            Encontraremos relatos entrañables, como “El juglar de nuestra Señora” de Anatole France, Himnos breves de Jose Vasconcelos, una hermosa oración del apóstol de la educación en México (por cierto, no lo conocía en esa faceta tan… mística) y otros más que hacen pasar ratos muy amenos y que siempre dejan algo en el alma al terminar de leerse.

            Algunas perlas de este libro:

            “No hay en la tierra espectáculo más bello ni conmovedor que el de dos esposos unidos por el amor más tierno, que gobiernan su casa con armonía”.

            “Cree pues en mi afecto fiel y ojalá que así también se conserve el tuyo. Nuestra separación aviva mi deseo de verte”.

            “Cuando sobre el fango de la tierra se detiene el espíritu extasiado por fuerza misteriosa, es que entrevé la belleza”.

            “¿Por qué lloran los hombres cuando nacen? ¿Será que la nada, de donde llegan, es más dulce que la vida que se les presenta?”

            “La separación es irremediable; estoy alejado de todo, y solamente la mirada me liga a las cosas”.

            “En una palabra, es muy fácil demostrar con razones que Dios es indispensable”.

            “Lo mejor que hay en el mundo, mucho mejor que comer, es ser dueño de cuatro muros, sin los cuales uno no es más que una bestia errante”.

            “La ilusión es el tesoro de los pobres”.

            “Podéis darme la enhorabuena, estoy muriendo”.

sábado, 9 de agosto de 2014

Etica para Amador.

Fernando Savater es un reconocido filósofo español, autor de varios libros, entre los cuales, el más leído es este: "Ética para Amador".

En 1990 en España deja de ser obligatoria para el bachillerato la asignatura de "religión", por esta razón, se empezó a ofrecer como alternativa la materia de "ética". Al no haber un texto propio para esta materia, los maestros daban su clase con lo que tenían a mano (noticias del periódico, apuntes personales, etc.) Este libro trató, en su momento de subsanar esa deficiencia... y lo logró con creces. Hoy este libro es una referencia si de la materia de ética se trata.

Este libro está escrito al margen de credos e ideologías, tratando de desarrollar una ética al margen de Dios, procurando que el hombre por su propio raciocinio encuentre el camino para guiar su vida de manera correcta. Visto de esta manera, para mí, esta obra cojea: buscar una guía para la vida al margen de Dios, es un fastidio y siempre nos quedará a deber... pero como ejercicio intelectual es un gran esfuerzo.

Fuera de las alusiones directas a la fe (que ya se espera uno y pueden fácilmente sobrellevarse por un cristiano medianamente formado) esta obra es sobresaliente, sólo una observación que no es menor:

Para el autor, la humanidad la obtenemos en relación con nuestros semejantes, son los demás los que nos comunican la humanidad, es por eso que las relaciones que tengamos con los demás son básicas para nuestro ser de "humanos"... bien, pero no estoy de acuerdo, cada ser humano lleva el germen de su humanidad consigo y es en el trato con los demás que va cultivando ese germen, los demás nos "humanizan" pero no somos humanos "por los demas", en todo caso "para los demás".

Posteriormente se reivindica el autor diciendo que un criminal no deja de ser humano por ser criminal, frase que refuerza la idea de que no son los demás los que nos participan de la humanidad, sino que es inherente a todos los hombres.

No por eso deja de ser un excelente libro, pero si lo quieren para un hijo adolescente o una persona poco formada,  deberán leerlo junto a esa persona para evitar confusiones y malos entendidos.

Algunas perlas de este libro:

"En la realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, desde terremotos o enfermedades hasta tiranos. Pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza."

"La ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor".

"No hay peor enemigo que un enemigo inteligente".

"Muy pocas cosas conservan su gracia en la soledad".

Robert Mondavi, Private Selection.

Un vino californiano. A no ser que sea Zinfandel (varietal que se va convirtiendo en su uva insígnea) no soy muy afecto a esta región, pero es un vino regular... y puede ser bueno para vino de diario: barato y aceptable.

Varietal: Cabernet Sauvignon
Casa vitivinícola: Robert Mondavi
Añada: 2012
Región: California, USA

En vista: Color granate, ribete violáceo, poca lágrima.

En nariz: un vino no muy fuerte, con toques de mora, ciruela negra y clavo.

En boca; no es muy complejo, se confirma la nariz, es un vino tánico, final corto-medio. No me entusiasma mucho, pero está pasable, a falta de otras opciones, pasa.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Navidad en las montañas

            La colección “Sepan cuantos…” de la editorial Porrúa, tiene como buena costumbre publicar dos o más obras del mismo autor en un solo libro cuando la extensión de las mismas lo permite, gracias a esto, posterior a mi lectura de “El Zarco” pude leer “Navidad en las montañas”, un relato en el que mi ya muy estimado Ignacio Manuel Altamirano presenta su idea de cómo debería ser la Iglesia en México, en especial el clero.

            Recordemos que el ambiente en el que se escribe la obra es el periodo posterior a la guerra de Reforma, de tal manera que la imagen que se percibe de la Iglesia es la del clero ocioso, beneficiario de las canonjías que su posesión le brinda, muy lejano al pueblo y celoso de los bienes terrenales que ha sabido aglutinar.

            Aclarando desde un principio la veracidad histórica de la narración, Altamirano nos presenta a un capital del ejército mexicano que llega de paso a un pequeño pueblo en las montañas de nuestro país, de camino se encuentra a un sacerdote, párroco de dicho pueblo que le ofrece su hospitalidad en la noche del 24 de diciembre, en el trayecto hacia el pueblo, el militar va descubriendo en el religioso un verdadero misionero cristiano: pobre, sencillo, lleno de amor por su pueblo, que procura el desarrollo de su comunidad creando a la vez un ambiente de fraternidad entre sus feligreses.

            Con la llegada al pueblo, el capitán comprueba de primera mano el amor mutuo que se profesan pastor y rebaño y la influencia benéfica que ha tenido el cura en toda la población, él, siendo de formación cristiana, ve con desprecio al clero que se enriquece a costa del pueblo y que encumbrado desde su púlpito desaira a la autoridad civil, sintiéndose el único poseedor de la verdad; por ello ha servido en la guerra de Reforma a favor del gobierno de Juárez, pero al ver este modelo de cristianismo genuino no puede más que en reiteradas ocasiones llorar conmovido, abrazar al hermano cura y rendirse ante la caridad y abnegación de ese apóstol de Cristo.

            Es una narración exquisita y parecería que utópica, a mí en lo particular me sorprendió el ideal que Altamirano tenía de la Iglesia, y no puedo más que admirárselo, con algunos detalles en los que no estoy del todo de acuerdo, como su opinión respecto al culto a los santos, sin embargo, bajo la óptica que maneja él en la historia, debo aceptar que el culto a los santos sería cuestionable; sin embargo, yo soy un convencido de que con una correcta catequesis y formación cristiana, este aspecto de la doctrina católica enaltece al cristiano y a Dios mismo. Lo anterior, sumado a la idea de intromisión del Estado en la educación religiosa del pueblo, son los pocos puntos de detracción personal frente al pensamiento de Altamirano reflejado en esta obra.

            Es una obra que yo personalmente desearía que se leyera en los seminarios como parte de la formación pastoral de los nuevos sacerdotes, vamos, no quiero con esto decir que el mejor modelo de Pastor nos lo dio Altamirano en esta obra, claro que no, pero sí es un reflejo de como se ve a la jerarquía católica en los círculos civiles y el ejemplo del “hermano cura” es una muestra de cómo muchos (entre los que me incluyo) quisiéramos ver a todos nuestros pastores. Debo decir que, al menos en la diócesis de Cd. Juárez, gracias a nuestro amado primer Obispo D. Manuel Talamás Camandari, de feliz memoria, muchos párrocos y sacerdotes, tienen el talante de este “hermano cura”, venturosamente yo conozco a más de tres.

            Algunas perlas de este libro:

“¿Quién que ha nacido cristiano y que ha oído renovar cada año, en su infancia, la poética leyenda del nacimiento de Jesús, no siente en semejante noche avivarse los más tiernos recuerdos de los primeros días de su vida?”

“¿Qué valen los profanos regocijos de la gran ciudad, que no dejan en el espíritu sino una pasajera impresión de placer? ¿Qué vale todo eso en comparación de la inmensa dicha de encontrar la virtud cristiana, la buena, la santa, la modesta, la práctica, la fecunda en beneficios?”

“…la vegetación, esa incomparable arquitectura de Dios, se ha encargado de embellecer esa casa de oración, en la que el alma debe encontrar por todas partes motivos de agradecimiento y de admiración hacia el Creador”.

“Mi cristiana misión: debo procurar el bien de mis semejantes por todos los medios honrados”.

“El Evangelio no sólo es Buena Nueva desde el sentido de la conciencia religiosa y moral, sino también desde el punto de vista del bienestar social”.

“El talento elevado siempre es presa de dolores íntimos, por más que ellos se oculten en los recónditos pliegues de un carácter sereno”.

 

El Zarco

            Entre los autores mexicanos hay uno que no había tenido la oportunidad de leer, y que sin embargo es lectura obligada en secundarias y prepas del país, no sé, tal vez me tocaron profesores que no acostumbraban dejar lecturas a los alumnos, (no recuerdo que me hayan impuesto leer en la secundaria un solo libro), resultado: No conocía a Ignacio Manuel Altamirano.

            Le toco vivir la segunda mitad del siglo XIX, le tocaron días aciagos de nuestra nación: La Revolución de Ayutla contra Santa Anna, la Guerra de Reforma y la Intervención francesa, en las cuales combatió a favor de la República, posteriormente se dedicó al periodismo, la política, la docencia y la escritura.

            Hoy me ha tocado leer “El Zarco”. Una novela ambientada en Yautepec, Morelos en tiempos de la Guerra de Reforma, un momento difícil para el país: abundaban las hordas de bandidos que saqueaban pueblos enteros y aguardaban en los caminos para asaltar a los viajeros. Proliferaba grandemente el delito del secuestro y la extorsión, lo cual sembraba el terror entre todos los pobladores de los pueblos quienes, debido a la inseguridad, preferían mantenerse en casa desde las primeras horas de la tarde, ante la impotencia y complicidad de un gobierno que se encontraba infiltrado de bandidos a sueldo de los “plateados”, bandoleros que debían su nombre a la gran cantidad de joyas, adornos y accesorios del metal precioso que ostentaban orgullosos frente a una sociedad unida en el más profundo terror.

            ¡No, no me he equivocado yo al escribir ni tú al leer!, esta novela fue escrita en 1885-1888, no el año pasado; sin embargo, como habrás percibido, esta obra de 130 años de antigüedad rezuma una actualidad sorprendente.   

            El Gobierno Federal de Benito Juárez, desbordado por los problemas fundamentales de la defensa de la República, no tenía la capacidad de contener al crimen organizado (bueno en aquel entonces no se les llamaba así, a pesar de ser bandas de hasta 500 bandidos, todos con mejores caballos y armamento que el ejército… ¿dónde he oído eso?...) y las autoridades locales estaban a su suerte, de tal forma que ellos terminaban huyendo a la par de los habitantes cuando los criminales llegaban a un pueblo matando,  robando los bienes y a las mujeres jóvenes.

            Ignacio Manuel Altamirano, en esta novela nos presenta una sociedad dividida, representada en los tres principales personajes de la novela:

            El Zarco.- El criminal sin conciencia, ambicioso y sediento de sangre y aventuras, sin ningún escrúpulo ni principio moral que lo detenga al momento de hacer sus más bajas fechorías, nunca aprendió (o quiso aprender) un oficio, abandonado al ocio, prefiere dedicarse a una vida que no le impone trabajos duros y sí un dinero fácil a costa de sus víctimas.

            Manuelita.- La joven más hermosa del pueblo, hija de familia humilde pero de buenos principios, sólo cuenta con su madre, (que desesperada busca la manera de salir del lugar para refugiarse en la casa de su hermano en la Cd. De México, para alejar a su hija del peligro de permanecer ahí), Manuelita, pues, es cortejada por el herrero de un pueblo vecino, pero ella lo trata con desprecio, sintiéndolo poca cosa para ella, en realidad ella está enamorada de El Zarco, a quien ve como un hombre valeroso, aventurero, rico, a quien los más grandes hacendados rinden pleitesía, lo ve como la salida a esa vida de pobreza  y de encierro al que estaría condenada si se queda con su madre o se casa con…

            Nicolás.- El herrero, de quien ya hemos hablado, un indígena que a pesar de poseer la fisionomía propia de su pueblo, tiene la presencia altiva y viril de quien se sabe poseedor de una dignidad propia, no es rico, pero gracias a su trabajo honrado ha sabido formar un modesto pero honroso patrimonio. Dueño de un corazón de oro, amado por sus compañeros de trabajo y por los vecinos del pueblo debido a su valentía, honor y generosidad.

            Si leemos la novela de una manera superficial, encontraremos una bonita historia de amor, sin embargo, Altamirano consideraba a la novela no como un pasatiempo de “espíritus ociosos”, sino que es necesario despojarla de sus disfraces para encontrar en el fondo de la misma el hecho histórico, el estudio moral, la doctrina política. De tal manera que podemos encontrar en la novela cierta analogía con la sociedad de su tiempo… y la actual.

            En El Zarco, encontramos al crimen organizado, que avasalla, se siente seguro de su poder y sus influencias, dicta, norma, y dispone a su voluntad, toma lo que gusta con sólo desearlo.

            En Manuela, se refleja la juventud y parte de la sociedad que ve a la delincuencia como una forma de salir de su postración, admira ese modo de vida, por el afán de aventuras, la riqueza fácil, el poder que ostenta, le rinde honores y le dedica sus pensamientos en narco-corridos, haciéndolos héroes del pueblo frente a un gobierno que no se preocupa de ellos.

            En Nicolás vemos a la parte de la sociedad que llena de valentía rechaza el servilismo y de ninguna manera pretende rebajar su dignidad bajando la cabeza ante el altanero y opresor, es el hombre de trabajo honrado que, aunque pobre, se sabe más valioso que mil caudillos o forajidos.

            La solución de Altamirano para el México de su tiempo es la misma que para el México de hoy: redescubrir nuestra dignidad, ser valientes, honrados, trabajadores, y no dejarnos arrostrar por la maldad por muy numerosa o avasalladora que pueda parecer.

            Algunas perlas del libro:

“Te hemos enseñado a amar la honradez, no la figura ni el dinero; la figura se acaba con las enfermedades o con la edad y el dinero se va como vino; sólo la honradez es un tesoro que nunca se acaba”.

“La joven que ama, por ignorante que sea, aunque se la suponga salvaje, es siempre algo poetisa”.

“Para aquellas inmundas aves de rapiña no había más que el águila de la montaña, de pico y de garras de acero. Martín Sánchez era la indignación social hecha hombre”.

“Había estado embriagándose por mucho tiempo con el aroma letal de la flor venenosa y había dejado indiferente a su lado a la flor modesta y que podía darle la vida”.

“Vale más morir de una vez que sufrir las mil muertes que tienen los plagiados”.

            Sin duda un libro que todos los mexicanos de bien deberíamos leer y releer, lo recomiendo para leerlo ya… es urgente.

lunes, 4 de agosto de 2014

Crónica de una muerte anunciada

¡Y vaya que fue anunciada! Todo el pueblo sabía que los hermanos Vicario lo buscaban para matarlo, ellos mismos se encargaron de darlo a conocer a todo el que veían.

Desafortunadamente, los únicos que no sabían nada eran los que podrían de alguna manera hacer algo para evitarlo: Su gran amigo, Cristobal Bedoya; su madre, Plácida Linero y él mismo.

Una serie eventos desafortunados, el miedo del pueblo, la apatía de los vecinos, la tardanza y despreocupación de las autoridades y hasta la mala suerte confluyeron para que Santiago Nassar fuera victimado por los hermanos de Ángela Vicario.

El día de su boda, Ángela es repudiada por su propio esposo, debido a que no era virgen; y antes del amanecer de la noche de bodas ya los gemelos Vicario habían lavado con sangre la afrenta de su familia.

Gabriel García Márquez construye esta impactante historia aclarando desde un primer momento qué sucedió, y quiénes serían los asesinos, no hay ningún misterio en eso, de tal manera que el autor se concentra en relatar la manera en que sucedieron los hechos paso por paso.

Todo se gestaría entre las 3:00 y las 6:00 a.m. y a pesar de eso, eran tantas las personas que se habían enterado de los planes de venganza de los hermanos, que parece obra de la fatalidad que Santiago muriera esa mañana.

Lo que más intriga, es la duda que queda en el aire respecto a si Santiago fue o no quien deshonró a Ángela. A juzgar por su actuación, estoy convencido de que "ni la debía, ni la temía"... y sí la pagó, eso me dejó un sentimiento de desazón e indignación al final de la novela.

La mejor escena: cuando después de  años de su noche de bodas (y después de cientos de cartas enviadas por ella y nunca leídas por él , aunque sí conservadas) Ángela y Bayardo Sanroman (su esposo) se encuentran ya de viejos, ¿porqué volvería él?, ¿por amor?, ¿para cerrar un capítulo inconcluso?, cada lector puede tener su conclusión y yo tengo la mía, pero nada menoscaba la belleza narrativa del momento:

"Se asustó, porque sabía que él la estaba viendo tan disminuída como ella lo estaba viendo a él, y no creía que tuviera dentro tanto amor como ella para soportarlo".

La fatalidad, la abyección de quienes se cruzan de brazos, el retrato de las costumbres de nuestros pueblos latinoamericanos a principios del siglo XX y la naturaleza del hombre que se revela contra las injusticias experimentado en carne propia por el  mismo lector son los temas fundamentales de esta obra.

Algunas perlas de este libro:

"La fatalidad nos hace invisibles".

"'Parecían dos niños', me dijo. Y esa reflexión la asustó, pues siempre había pensado que sólo los niños son capaces de todo".

"Ningún lugar de la vida es más triste que una cama vacía".

"Dadme un prejuicio y moveré el mundo".

viernes, 1 de agosto de 2014

El tunel

¿Qué hace que dos enamorados se autodestruyan?

Y la pregunta no es retórica, porque en esta historia Juan Pablo, un pintor reconocido en la Argentina, se enamora perdidamente de María, pronto se darán cuenta que son almas gemelas.

Sin  embargo, el relato inicia en la celda de Juan Pablo, quien está en la cárcel por el asesinato a sangre fría de su amada.

No es una novela policíaca, dado que desde el principio sabemos del asesinato y quién es el asesino, la intención de Ernesto Sábato es llevarnos a un viaje hacia los motivos más profundos de la mente de Juan Pablo para tratar de encontrar algún sentido a la situación.

María y Juan Pablo, a pesar de amarse, hablan idiomas diferentes, esa falta de comunicación la trata de sustuir Juan Pablo dando vuelo a su creativa y tremendamente analítica mente, lo que hace que tome decisiones que lo llevarán a un túnel de celos y autodestrucción que destruirá al amor de su vida y a él mismo.

Es una novela psicológica indispendable para entender el pensamiento ontológico y metafísico del argentino Ernesto Sábato, uno de los más grandes pensadores de América Latina durante el siglo XX.

Unas perlas de esta novela:

"La frase 'todo tiempo pasado fue mejor' no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que -felizmente- la gente las echa en el olvido".

"Uno se cree a veces un superhombre, hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido".

"La vanidad se encuentra en los lugares más inesperados: a lado de la bondad, de la abnegación, de la generosidad".

"La felicidad está rodeada de dolor".

"¡Qué implacable, qué fría, qué inmunda bestia puede haber agazapada en el corazón de la mujer más frágil!"