lunes, 18 de agosto de 2014

Lectura en voz alta.

            Una antología de lecturas recopilada por el escritor y poeta Juan José Arreola, su intención primaria es presentar al lector un grupo selecto de lecturas breves e interesantes de la literatura universal con la intención de iniciar al lector en el mundo de la literatura y cuya vocación es de preferencia ser leídas en voz alta.

            Encontraremos relatos breves extraídos del Código de Hammurabi, el poema de Gilgamesh, el libro de los muertos, el Antiguo y Nuevo Testamento, relatos de Homero, Marco Tulio Cicerón, Máximo Gorki, Rabindranath Tagore, Giovanni Papini, García Lorca, Cervantes, Ortega y Gasset, Pablo Neruda, José Vasconcelos, entre muchos otros. No existe un tema común que aglutine los relatos, simplemente se han reunido para tener la oportunidad de disfrutar la lectura de extractos selectos de un sinnúmero de fuentes.

            Aunque debo reconocer que los relatos breves no son mi fuerte, (no sé, tal vez necesito la relación y el compromiso de mediano plazo que requiere la novela o el ensayo, porque los libros de relatos y de cuentos me resultan difíciles de leer, divago mucho, me pierdo, en fin), no obstante, este libro lo encontré interesante, con verdaderas joyas de la literatura universal, que motivan a buscar las obras originales para seguir leyendo, (esa fue expresamente la intención de Juan José Arreola al publicar este libro).

            Encontraremos relatos entrañables, como “El juglar de nuestra Señora” de Anatole France, Himnos breves de Jose Vasconcelos, una hermosa oración del apóstol de la educación en México (por cierto, no lo conocía en esa faceta tan… mística) y otros más que hacen pasar ratos muy amenos y que siempre dejan algo en el alma al terminar de leerse.

            Algunas perlas de este libro:

            “No hay en la tierra espectáculo más bello ni conmovedor que el de dos esposos unidos por el amor más tierno, que gobiernan su casa con armonía”.

            “Cree pues en mi afecto fiel y ojalá que así también se conserve el tuyo. Nuestra separación aviva mi deseo de verte”.

            “Cuando sobre el fango de la tierra se detiene el espíritu extasiado por fuerza misteriosa, es que entrevé la belleza”.

            “¿Por qué lloran los hombres cuando nacen? ¿Será que la nada, de donde llegan, es más dulce que la vida que se les presenta?”

            “La separación es irremediable; estoy alejado de todo, y solamente la mirada me liga a las cosas”.

            “En una palabra, es muy fácil demostrar con razones que Dios es indispensable”.

            “Lo mejor que hay en el mundo, mucho mejor que comer, es ser dueño de cuatro muros, sin los cuales uno no es más que una bestia errante”.

            “La ilusión es el tesoro de los pobres”.

            “Podéis darme la enhorabuena, estoy muriendo”.

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