martes, 24 de mayo de 2016

Breve historia de España I

     ¡Amo a mi país! Y por amor deseo conocerlo más y entenderlo, sólo así podré entenderme a mí mismo y a mi pueblo para colaborar a hacerlo más grande aún. 

      Por eso, en algunos momentos he incursionado en la lectura de la historia de México, que ahora, lejos de la obligación de la escuela que hace muchas veces odiar leer sobre ella; me parece cada vez más interesante y fascinante.

      Si algo he aprendido es que si como mexicanos queremos entendernos, es necesario que reconozcamos que no somos mexicas o tarascos, mayas o rarámuris. Somos un pueblo mestizo, con infinidad de raíces: indígenas, sí, pero también, española, árabe, judía y negra.

        Somos un pueblo que goza de la riqueza del mestizaje. Muchos quisieran negar estas raíces y hacer de México un pueblo puramente prehispánico, pero por más que compartamos el mismo territorio que los mexicas, nuestro pueblo ya no es indígena únicamente.

       De ahí los conflictos de identidad del mexicano: despreciando al indígena, pero presumiendo su cultura milenaria; admirando al pueblo español, pero recordando con rencor solapado los días de la conquista. 

         Definitivamente, no nos podremos encontrar a nosotros mismos buscando únicamente en la cultura prehispánica: hay que voltear y buscarnos también en el pueblo español. Mientras no lo hagamos, estaremos condenados a seguir viviendo en la indefinición cultural que es el origen de todas las indefiniciones del mexicano.

         Es por eso que vi necesario conocer a un pueblo para mí desconocido y descubrir mi raíz española estudiando la historia del pueblo con la influencia fundacional más grande para México, más grande aún que la influencia indígena: el pueblo español.

        Y no he podido más que maravillarme de esta historia y este pueblo que de la mano de los fenicios y griegos empezaron a convertirse en una realidad homogénea. En el territorio de Iberia, como era conocido por los griegos, desde Huelva hasta los Prineos los asentamientos de los pueblos conservaban su identidad propia, es hasta la llegada de cartaginenses y sobre todo el imperio romano cuando esas tierras inician un proceso de unificación cultural y politica.

        Una vez caído el imperio romano los visigodos fueron los que preservaron la herencia de roma, lo cual fue fundamental para mantener viva la cohesión cultural aún cuando los árabes ocuparon la península.

      Algo que llamó poderosamente mi atención es la manera en la que los musulmanes trataron a las tierras conquistadas: sabiendo que no podrían poblar por sí mismos las nuevas tierras, permiten a la cultura existente entrar en contacto con ellos y en vez de eliminarla y asfixiarla con su propia cultura, se mezclaron con ella para crear algo nuevo: árabe, musulmán, pero también hispano y cristiano. El entendimiento fue automático: ¡eso mismo fue lo que hicieron los españoles en México! El mismo ejercicio cultural: No al exterminio, no al confinamiento; sí a la convivencia y a la transculturización.

         Es en esta etapa en que el latín, deformado por las distintas regiones de la penísula, derivará en nuevas lenguas: el catalán, el gallego y nuestro amado castellano.

       Tendrán que pasar cinco siglos para que la media luna diera paso a la cruz y España se reconquiste a sí misma, y cuando lo haga, no será la misma, ahora tendrá tez sefardí y unos ojazos moriscos... esa es la España que llegó a América.

        Veremos el imperio más grande que ojos humanos hayan visto jamás: un reino en el que nunca se pondrá el sol. La hegemonía hispánica jamás conocerá parangón en la historia de la humanidad y sin embargo, el gigante con los pies de barro no sabrá hacer frente a los retos de ser la súper potencia comercial, política y militar. España dormía, la aristocracia crecía y la corrupción y nepotismo, juntamente con los impuestos y la deuda no dejaban de crecer. 

           España, después de tres siglos de dominación en América, verá emerger poderíos mayores a los suyos por haber dejado pasar el momento más luminoso de su historia en todos los órdenes, satisfecha de sí misma e inundada de aristócratas inútiles,  ávidos de poder y riquezas. Corrían los años 1700. Nuevos aires soplarían en el siguiente siglo. Pero esa será otra historia.

     Me ha gustado el espejo español en el que veo a mi México, y si el proverbio reza: conocer es amar, puedo decir con orgullo que conociendo a España, estoy aprendiendo a amarla como mi Madre Patria, madre que no siempre es comprendida y apreciada, pero que como toda madre debe ser amada aunque no siempre entendamos sus motivos. 

       Quedo pendiente del segundo libro, me he alargado, señal inequívoca en mí de la pasión que me despierta este tema y este país.

        Al libro doy 5 de 5 estrellas, es ágil, ameno y es un excelente acercamiento para un novato total en la historia de este pueblo.

       Lo bueno: es España, con eso es más que suficiente.

       Lo malo: es un libro para españoles, lo que lo hace a veces difícil de entender por carecer de los rudimentos de su historia y su cultura.

      Lo feo: hubiera querido una sección más grande en el tema de la conquista de América y la forma en la que ésta (y en particular la Nueva España) la influyó.

     Algunas perlas de este libro:

      "El virus que infectaba el cuerpo de Roma era el mismo que tiempo atrás le había proporcionado su energía: la esclavitud."

      "La unificación religiosa no será tampoco fácil. El mismo Leovigildo intuye ya su valor como herramienta para afirmar la inviolabilidad del trono frente a las ambiciones de los nobles."

      "La personalidad moderna de España, fundida en el crisol de la reconquista, no sera la hija deseada de las tres culturas que convivieron en los siglos medievales, sino el fruto podrido de la voluntad de una de ellas de imponerse sobre las demás. El poso cultural de musulmanes y judíos, sin embargo, no desaparecerá del todo."


domingo, 22 de mayo de 2016

Material de los sueños

      ¿Quién es el mejor escritor mexicano del siglo XX?

       Ante esta pregunta empezarán a aparecer nombres reconocidos por todos:

Juan Rulfo;
Octavio Paz;
Carlos Fuentes;
Alfonso Reyes;
José Emilio Pacheco;

         Difícilmente se oirá el nombre de José Revueltas, y sin embargo, me atrevo a decir que su nombre está justificado con creces en esta lista... y, en algunos momentos, superándolos a todos.

          José Revueltas tuvo la desventaja de jugar en contra del sistema político de México, era de tendencia política comunista y tal condición lo llevó a la carcel en varias ocasiones, a veces en la carcel del Palacio negro de Lecumberri, a veces en las Islas Marías. De tal forma que nunca tuvo el apoyo gubernamental, a diferencia de lo que sucedió con todos los personajes de la lista: todos sirvieron en el gobierno, ya sea como funcionarios públicos o como diplomáticos en el extranjero. Revueltas no, él era un hijo renegado de la política mexicana, era la oveja negra de la literatura de nuestro país.

          Así pues, alguien con esas cartas credenciales tendría que ser un excepcional escritor para destacar... ¡y Revueltas destacó! Esta vez vemos una colección de cuentos que se publicaron bajo el título "Material de sueños".

          Antes que nada, debo ser claro: José Revueltas no es sencillo: empiezas a leer sus relatos y es tan profundo y misterioso que no sabes a dónde te está llevando, sigues leyendo a oscuras y no relacionas nada de lo que te cuenta y es, tal vez en la última página que se te revela el misterio y todo tiene sentido, perdón, corrijo: algunas cosas toman sentido, porque en Revuelta siempre habrá misterios. Hasta quieres volver a leer el relato para ahora sí entenderlo menos imperfectamente.

           Además, Revueltas es un autor oscuro, se adentra en las tinieblas del alma humana y las saca a la luz. Diría que es el Edgar Allan Poe mexicano, la misma oscuridad, la misma desazón, la misma angustia, pero en José Revueltas ronda una claridad de pensamiento que hace luminoso lo más tétrico del relato.

          El mejor cuento que he leído hasta ahora es de esta colección y se llama "Sinfonía pastoral" Si Poe lo hubiera leído, se habría lamentado de no haberlo escrito. Angustia, temor, odio, desprecio, todo se da y se mezcla concluyendo en un final perfecto.

         "Resurreción sin vida", ambientado en la ciudad de Tijuana retrata el hartazgo del ser y la sinrazón del aniquilamiento, en este relato se presenta el fenómeno de descubrir el sentido del cuento hasta casi el final del mismo.

       "El reojo del yo" es una genial visión introspectiva de la propia conciencia, como sólo la aguda inteligencia de Revueltas podría lograrlo, me recordó la agudeza descriptiva de Julio Cortázar, pero más temperamental y resuelto, sin su carácter lúdico, con toda la crudeza y amargura de una existencia insatisfecha.

       En fin, Revueltas pasa a la historia como un inconforme con todo y fiel sólo a sí mismo, a veces nos desconcierta, a veces nos sorprende, pero siempre nos llena de admiración.

        Calificación: 4 de 5 estrellas, a veces resulta árido, así de denso resulta, llega a veces al extremo de que no sabes que estás leyendo.

        Lo bueno: La experiencia de un viaje a oscuras al fondo del espíritu del hombre.

        Lo malo: que este paseo lo haces sin una guía de viaje que te prepare para los lugares que visitarás, el golpe te llega seco, de pronto, sin previo aviso.

        Lo feo: No estar lo suficientemente preparado para leerlo te limita a la hora de sentarte a escuchar las historia de este gigante nada afable de la literatura.

Algunas perlas de este libro:

* "El lenguaje es un rodeo, un extravío pernicioso".

*"Amo hasta la abdicación de mi ser a la maravillosa enfermera que viene a inyectarme para que cesen mis dolores".

* "Jamás pudo imaginarse el poder bárbaro y aniquilador del silencio cuando hay algo que decirse y ya no quedan sino únicamente las palabras de eso, de eso y nada más".

* "El amor de Raquel le enseñaba sobre sí mismo mucho más que cuanto él pudiera haber reflexionado hasta la fecha respecto a su propia persona".

* "Para el vacío no hay escondite ni refugio, ya que él mismo es un exilio".

* "Sólo vive lo que muere y en la medida y al tiempo en que se muere".

miércoles, 30 de marzo de 2016

El Popol Vuh

        Los mexicanos somos una estirpe extraña. Un pueblo mestizo que no ha encontrado aún su identidad.
        Observamos con recelo nuestro pasado indígena, y aunque sentimos orgullo por nuestras raíces prehispánicas, tratamos con desdén a nuestros pueblos indígenas, consideramos una ofensa que se nos llame "indios" y lamentamos a veces el color oscuro de nuestra piel y los rasgos rústicos de nuestra cara.
       Por otro lado, despreciamos nuestra ascendencia española, sintiendo un secreto rencor hacia el conquistador que vino a despojar, a matar y a destruir. Y a la vez reconocemos que admiramos y envidiamos aquello que de europeo no podemos tener al cien por ciento.
         En la búsqueda de esta identidad, he querido acercarme a nuestro pasado común y, en un primer momento, acercarme a la literatura indígena. Esta vez por la puerta de un clásico de la cultura maya: "El Popol Vuh".
         Es una obra fundante, y como obra fundante, es necesario acercarse a ella con espíritu reverencial y de fascinación. Para mí fue un sentimiento parecido a acercarse a la Biblia, toda proporción guardada, pero algo muy poderoso tienen en común este tipo de libros: el aire de misterio y revelación, algo que nos conecta con la trascendencia y nos abre una puerta al infinito.
          Esta obra fue descubierta en un periodo posterior a la conquista de América, fue un misionero católico que  encontró una serie de escritos antiguos en una comunidad de Guatemala.
          Me sorprendieron  las primeras páginas de la historia que tratan de la creación de la tierra y el hombre, muy similar a la historia bíblica.
         Esta situación puede atribuirse a dos razones: 

       Uno, a la existencia de una Revelación divina a un pueblo ajeno a la tradición judeo-cristiana. Revelación que los católicos llamamos "semillas del Verbo", trazos de la Revelación otorgadas a un pueblo que no tenía posibilidades de conocer al único Dios, pero al cual Dios se le descubre por singulares caminos, o bien:


           Dos, a una influencia posterior a la escritura original, ocasionada por las creencias del misionero que realizó el hallazgo y que podría haber plasmado la historia bíblica, creando un escrito apócrifo que ayudaría a cristianizar la cultura ancestral de los indígenas.

          No me corresponde a mí dar un juicio al respecto, pero me inclino por la primera posibilidad. Aunque es muy cercana la historia de la creación al texto bíblico, también hay importantes diferencias que hacen difícil creer en la versión de la historia creada por un misionero.

         En fin, el libro trata de varias leyendas antiguas de los mayas con fuerte carga religiosa, y como ya lo dije, una gran autoridad fundante.

       Le doy tres estrellas de cinco. Es un bello libro, pero las historias y la cultura son tan lejanas al mexicano de hoy en día, que no puedes dejar de sentirte un tanto ajeno a los relatos, prueba de que el mexicano no es del todo indígena.

         Lo bueno: El descubrimiento de una sabiduría ancestral necesaria, no para adoptarla como propia (pues un mexicano no es maya, ni mexica tampoco) pero sí para empezar a buscarnos, a entendernos y a reconocernos a nosotros mismos.

         Lo malo: Sin lugar a dudas, es otra cultura diferente a la nuestra la que escribió este libro y se nota que al adentrarte en sus historias, puedes no conectar con ellas, ni sentirte parte de ellas.

          Lo feo: Tener que descubrir y aceptar la verdad del párrafo anterior, pues el mexicano secretamente está orgulloso de su pasado y difícilmente se acepta que no somos del todo pertenecientes a esa cultura.

       Algunas perlas de este libro:

     "El silencio es soledad, abandono y muerte".

     "Cuando caían, no se levantaban más. Perecían en el lodo. En su torpeza no adivinaron ni su origen, ni el lugar en que se hallaban, ni la ruta que seguían".

      "Las lágrimas son buenas para el cuerpo y para el espíritu".

       "La alegría de los vencedores encendió las luces en el viento que soplaba recio, como si alguien, desde lugar invisible, lo animara y lo esparciera".

        "Da vida y fortaleza a nuestros descendientes para que crezcan y se hagan firmes en el bien y sepan propagar nuestra fe y decir tu nombre".

        

domingo, 27 de marzo de 2016

Utopía

        Una ciudad perfecta, con habitantes ejemplares y una vida inigualable nos presenta Tomás Moro en su obra más famosa: Utopía. El mismo nombre nos deja claro que es una obra de ficción: un ideal nacido de una de las mentes más lúcidas de su tiempo y ademas iluminada por la fe católica de pleno siglo XVI.

         Sus entonces novedosísimas ideas de planeación urbana, economía, política y sociología hoy en día parecerían imposibles: ¿seis horas de trabajo diario?, ¿vida social plena?, ¿repartición justa de la riqueza creada por todos?, ¿desdén generalizado por las riquezas? Son cosas que hoy en día son impensables y nos dan idea de lo diferente de nuestra sociedad actual si lo comparamos con la sociedad imaginada por Tomás Moro.

         No obstante estar impregnada de valores cristianos, el autor la presenta no como sociedad cristiana, sino profesando una religión natural, creo yo, por el interés de no exacerbar los ánimos en un pueblo recién separado de Roma, quiso dejar de lado ideas religiosas para concentrarse en el ideal de desarrollo humano que soñaba para su pueblo.

      Me sorprende la tremenda lucidez y naturalidad con la que Tomás Moro presenta verdades que muchas veces se cuestionan hoy en día, presentándolas como la manera normal y lógica de pensar y conducirse: "en el linaje humano no hay ninguno tan superior que todo haya sido para él", "la felicidad no está en cualquier deleite, sino en los justos y honestos". A más de uno sonrojarían estas palabras y a uno mismo lo cuestionan. Tendríamos que aceptar que aunque lo deberíamos creer y vivir, hemos caído en la forma de pensar de una sociedad consumista, totalmente contraria a Utopía, en el afán de ser consecuentes con la sociedad que hemos formado.

         Tomás Moro nos da la posibilidad de acceder a un modelo contra el cual comparar nuestra civilización a manera de un examen de conciencia para encontrar los errores (¿pecados?) sociales que diario cometemos como parte de nuestra vida cotidiana.
 
          Le doy 4 estrellas sobre 5, de pronto se hace cansada la lectura por el estilo, pero no deja de ser un gran libro.

Lo bueno: La crítica social que Moro hace de la civilización de la Inglaterra de Enríque VIII es totalmente vigente hoy en día.

Lo malo: Como ya lo he mencionado, a media obra el relato toma un ritmo lento, que la hace cansada de leer.

Lo feo: Cómo hija de su tiempo, la obra justifica realidades como el esclavitud y la guerra (mediante mercenarios), como inherentes a la naturaleza humana.

Algunas perlas de este libro:

     "Que la carencia de unos se remedie con la abundancia de otros".

     "La naturaleza, como madre próvida, dispuso que las cosas mejores fuesen abundantes y fáciles de conseguir, como el aire, el agua y la tierra".

     "¿Qué sentido puede tener todo esto si una vez terminada la vida no hay ninguna recompensa?".

     "La nobleza no es otra cosa que virtud y riquezas envejecidas".

      "La mujer es más grata al marido por la bondad de sus costumbres que por ninguna aparente belleza corporal".

      "El bienestar o la ruina de las naciones dependen en gran manera de las costumbres de los Magistrados".

     "Nada tienen por tan infame como la gloria adquirida por las guerras".

    "La verdad se abre paso y permanece, saliendo al fin victoriosa".

     "La solicitud por el dinero es causa de continuas fatigas y desvelos para auyentar la pobreza, como si ésta solamente pudiera ser vencida por la riqueza".

jueves, 24 de marzo de 2016

Historia de la guitarra y los guitarristas españoles.

      Debo decirlo: ¡no soporté la tentación de leerlo ya!
      Tengo una lista de lecturas más o menos ordenada, de tal forma que ya sé cuáles son los libros que leeré en los siguientes meses y años, pero al ver este libro no soporté las ganas de comprarlo y leerlo, más aún, interrumpí la lectura de un magnífico libro que ya había empezado, para darme el gusto de leer algo respecto a este instrumento.
      De niño aprendí a tocar guitarra y desde entonces de manera regular he tenido pequeños acercamientos con la guitarra clásica, llegando incluso a estudiarla formalmente, aunque interrumpí dichos estudios, cosa de la que me arrepiento. En fin, que la guitarra ha sido desde siempre una parte importante de mi vida. Así las cosas, qué mejor que disfrutar juntas dos de mis grandes obsesiones: la lectura y la guitarra.
      Así que hoy no reseñaré una historia, una idea o una teoría, sólo daré vuelta al corazón y compartiré un poco de lo mucho que he aprendido con este libro.
      La guitarra, tal y como la conocemos, nace en España, en plena ocupación árabe. Existen dos grandes teorías respecto a su origen: 1) Instrumento europeo-latino, procedente de la cítara griega adoptada por los romanos y proveniente de la tradición judía que utilizaba el instrumento para acompañar el canto de sus himnos y salmos. 2) Instrumento de medio oriente, descendiente de la "Ud" (mal llamado "Laud") árabe.
         El autor propone una teoría conciliadora: la guitarra es un instrumento mestizo, que conjugó en sí mismo dos instrumentos ya existentes: la Cítara y la Ud en uno nuevo y bello. En lo personal, me encanta la idea de que sea así.
        Destaca cómo fue tomando importancia su uso entre los juglares y trovadores del medioevo y cómo fue desarrollándose en tamaño, forma y sonido hasta nuestros días. La manera en la que pasó de ser un instrumento de cuatro órdenes a contar con 6 cuerdas que elevaron sus capacidades interpretativas, haciéndolo un instrumento muy utilizado en las cortes europeas, aún por encima de la Ud y la vihuela.

           De la historia de laudistas del siglo XVI, que se dedicaban a tocar también el nuevo instrumento, hasta Kazuhito Yamashita, pasando por Gaspar Sanz, Mateo Carcassi, Fernando Sor, Dionisio Aguado, Julián Arcas, el gran maestro, Francisco Tarrega; hasta llegar al más alto nivel de ejecución, con Andrés Segovia, Sáinz de la Maza y Narciso Yepes.

         Igual, desarrolla el tema de construcción del instrumento, desde la guitarra latina, la guitarra morisca y el gran avance en construcción que representó el diseño del guitarrero Antonio de Torres.

        Una lectura obligada para quien quiere conocer la historia de este instrumento.

Le doy 4 sobre 5 estrellas.

Lo bueno: Su abundante documentación, lo hace una fuente confiable de consulta.

Lo malo: Se detiene demasiado en el periodo romántico del siglo XIX y cierra su ciclo en Segovia, Sainz de la Maza y Yepes, como si no hubiera nada más después de ellos. Debería ahondar más en Brower, Takemitsu, Kazuhito Yamashita, David Russell, Ana Vidovic y los demás jóvenes guitarristas que utilizan las redes sociales para darse a conocer.

Lo feo: Que México apenas figure en la historia de la guitarra, gracias al repertorio de Manuel M. Ponce.

Algunas perlas del libro:

     "Parece lógico pensar que la guitarra, mas que un instrumento musical de raíces únicamente europeas o árabes, debe ser considerada como un instrumento que nació de la unión de ambas corrientes en España".

    "La forma básica de la guitarra española, tal y como la conocemos en nuestros días, surgió entre los siglos XIV Y XV en España, como evolución de la guitarra latina".

    "En  apenas dos décadas, la selecta vihuela será dejada de lado por reyes y nobles y sustituída en sus salones por la popular guitarra que, paradójicamente, había sido considerada hasta entonces como un instrumento de la plebe".

    "El mismo Beethoven dijo al escucharle, que su guitarra era como 'una orquesta en miniatura'".

    "El momento cumbre para el repertorio de la guitarra llegaría algunos años después, con la composición, casi sl mismo tiempo, de tres grandes conciertos para guitarra y orquesta, a cargo del español Joaquín Rodrigo, el mejicano Manuel Ponce y el italiano Mario Castelnuovo-Tedesco".

    "Gracias a su carácter humano e individual y a la ventaja de su accesibilidad, la guitarra se ha convertido en el instrumento más universal del planeta... dulce, melancólica e íntima para expresar los sentimientos más profundos del alma humana, o rítmica y alegre, para unir a las gentes de toda condición.

domingo, 14 de febrero de 2016

La máquina del tiempo

     Una obra fundante de la ciencia ficción, escrita por H.G. Wells. Novela inteligente, profunda y muy entretenida. Ni siquiera sabemos el nombre del protagonista, al que conocemos como "el crononauta" y aún así terminamos sintiendo una gran empatía con él.

       La historia se ubica en la época de... es difícil decirlo, porque si bien el origen de la historia es contemporánea al tiempo en que se escribió (finales del siglo XIX), la mayor parte de la historia narra acontecimientos del año 803,701 

       El diálogo inicial entre el crononauta y los invitados a su casa/laboratorio reviste un interés especial para cualquier lector: una explicación clara, completa, pero muy sencilla de las tres dimensiones espaciales y la necesidad de una cuarta dimensión: el tiempo. Y sin embargo, esta página es la única referencia científica de la novela, cuestión que la hace muy digerible para todo lector, lo cual es una de las diferencias básicas de la obra de Wells frente a la literatura de otro gigante de la ciencia ficción: Julio Verne, quien, en su afán de darle sustento a sus historias, pasa no pocos párrafos de sus novelas describiendo los fundamentos científicos de los inventos o circunstancias de la historia. En H.G. no encontramos esa exhaustividad, por el contrario, explica lo exclusivamente necesario para sustentar su historia y pasa a narrarla.

         El crononauta ha diseñado una máquina que le permite viajar en el tiempo y al comentar su invención con un grupo de intelectuales, amigos suyos. Ante su escepticismo, promete demostrar su funcionamiento. Al llegar el día de la demostración prometida, y habiendo invitado a un número mayor de testigos, quedan todos esperando su llegada, llegada que parece, no sucederá.

     De pronto llega, el crononauta sucio y con la cara descompuesta, después de recuperarse, empieza a contarles su historia: acaba de regresar de un viaje al año 803,701.

      Ha pasado tanto tiempo, que los seres humanos evolucionaron en dos nuevas especies: los "Elois" y los "Morlocks". 

       Los "Elois" pequeños, lampiños y con una notoria falta de ingenio e inteligencia, sin embargo, amables y pacíficos, viven en la superficie de un mundo limpio y sin tecnología visible, pero donde aún quedan antiguas ruinas de una pasada civilización.

        Los "Morlocks", albinos con grandes ojos sin párpados, viven en la galerías subterráneas en una eterna oscuridad en donde parecen utilizar maquinaria, aunque de cierto nunca se sabe, pues su mundo permanece en tinieblas. Pero a diferencia de los "Elois", son carnívoros y según cree el crononauta se alimentan cazando a los "Elois".

        La historia es una crítica a la sociedad mercantilista de finales del siglo XIX. Con elocuencia, Wells muestra las consecuencias en la sociedad humana si la situación social continuara: obreros viviendo infrahumanamente dentro de fábricas y minas y una clase alta disfrutando del trabajo de los otros. La situación de falta de esfuerzo en el mundo de la superficie inutilizaría a los humanos, convirtiéndolos en los "Elois".

      Por otro lado, constantemente, debido a los enormes cambios físicos y psicológicos de ambos, el crononauta se pregunta si unos y otros serían todavía humanos y se enfrenta al conflicto ético de tratar a los "Elois" como humanos o como mascotas y si matar a los "Morlocks" para sobrevivir sería moralmente aceptable.

       ¿Podría darse una relación de amor entre el crononauta y "wena", una "Elois" que salva de morir ahogada y que lo sigue a todos lados como agradecimiento?, ¿tendrá un futuro nuestra civilización si seguimos como hasta ahora? Es el tema fundamental de la obra.

         Excelente lectura y excelente tema de reflexión, encerrada en una historia bien escrita. Le doy 5 estrellas sobre 5.

Lo bueno: la forma atractiva en la que el autor presenta el tema del viaje en el tiempo y el ejercicio imaginativo de un mundo futuro.

Lo malo: es una novela de desenlace abierto y no tienes manera de saber cómo concluye la historia, lo cual puede ser frustrante.

Lo feo: la perspectiva pesimista del futuro de la humanidad que retrata el autor en esta historia, en dónde el humano, deja de existir o existe con una humanidad casi diluída.

      Unas perlas de esta obra:

         "No pretendo que acepteis lo que digo sin cuestionar nada. Pero creo que tras oír mis argumentos coincidireis conmigo".

         "Es un error hacer las cosas sin que parezca que cuestan esfuerzo".

         "La fuerza surge de la necesidad; la seguridad tiene como premio la debilidad".

          "El hombre se había conformado con vivir de forma relajada y placentera a costa del esfuerzo de sus congéneres, usando la necesidad como excusa; y esa misma necesidad lo había castigado".

          "No hay inteligencia donde no hay cambio ni necesidad del mismo. Solo aquellos animales que tienen que enfrentar una amplia variedad de necesidades y peligros la desarrollan".

viernes, 12 de febrero de 2016

Cien años de soledad

             No lo creía, pensaba que sería una exageración de lectores fanáticos de los libros de Gabriel García Márquez, tantos comentarios que ponderan a “Cien años de soledad” que llega un momento que llegas a pensar que es un “libro de culto” sobreestimado por sus seguidores. Y no es así, al menos en mi  opinión muy personal, este libro es una catedral de la literatura.

                Macondo, un lugar distópico del Caribe Colombiano, en donde la realidad y la magia se confunden de manera enigmática, donde los vivos conviven con los muertos, las doncellas ascienden al cielo y los amigos resucitan una y otra vez. Parecería que el pueblo está a medio camino de la vida y de la muerte y sus habitantes pueden pasearse a voluntad por ambos mundos.

                La novela nos detalla la historia de la fundación del pueblo, realizada por un grupo de peregrinos encabezados por José Arcadio Buendía, quien se establece en Macondo junto a su esposa Úrsula y sus hijos José Arcadio, Aureliano y Amaranta. El libro nos relatará la centenaria historia de dicha familia pasando años de trabajo, de guerra, de auge económico, de crisis y finalmente de decadencia y de ocaso del pueblo. Literalmente, recorremos cien años de historias de la mano de estos personajes que parecerían inmortales por su enorme carga de años, encontraremos a la matrona Úrsula, totalmente lúcida cuando ya ha sobrepasado los 100 años y a un Coronel Aureliano Buendía, que una y otra vez se salva de una muerte segura; así como ellos, una multitud de personajes que terminan amontonándose en la historia, simplemente porque no mueren, el momento de mayor esplendor de Macondo coincide con el momento en el que la familia Buendía es más numerosa, y la debacle inicia cuando los miembros empiezan a fallecer.

                García Márquez esconde dentro de su obra algunos guiños a obras literarias de amigos suyos: Cuando José Arcadio Segundo es detenido junto a “Lorenzo Gavilán, un coronel de la revolución mexicana, exiliado en Macondo, que decía haber sido testigo del heroísmo de su compadre Artemio Cruz” personajes de la novela “La muerte de Artemio Cruz” del mexicano Carlos Fuentes y casi al final de la obra, uno de los amigos de Aureliano, Gabriel, se marcha a París y Aureliano lo imagina en un “cuarto oloroso a espuma de coliflores hervidos donde había de morir Rocamadour” en inequívoca referencia a uno de las escenas más estrujantes del libro “Rayuela” del argentino Julio Cortázar.   

                Una característica propia de la novela es la cantidad de repeticiones del nombre de Jose Arcadio, y Aureliano (hay cinco José Arcadios en la novela y 20 Aurelianos), llega un momento en el que te confundes, porque no se sabe de qué José Arcadio se está hablando, y en cierto sentido, es una sensación que te remite al curioso sentimiento de extravío y confusión que te causan las familias numerosas, en donde el barullo y la mezcla de nombres e ideas es muy común. Esta complejidad te obliga tarde o temprano a recurrir a los variados árboles genealógicos de la obra que están disponibles en la red para no perderte en el entramado de Arcadios y Aurelianos que se desgranan en las 7 generaciones de la familia Buendía.

                Pero esas son nimiedades en comparación con los temas fundamentales de la obra:

                LA CREACIÓN: Aunque el arranque de la historia de la imaginaria Macondo pudiera fijarse en algún momento de los siglos XVIII o XIX, subsiste la idea de antigüedad, de génesis del mundo, como si José Arcadio y Úrsula fueran otros Adán y Eva; bajo esta óptica, Macondo se convierte en el mundo, y los cien años del relato en un símil de la historia humana entera, en la que los hombres no morían, hasta que empezó la guerra.  Convirtiéndose, ahora sí, en un arquetipo que relata la naturaleza humana, con todas sus posibilidades y todas sus limitaciones.

                LA SOLEDAD: Es irónico, en una historia con tantos nombres y tantos años en su haber, el hilo conductor es la imposibilidad de los personajes por crear un relación estable. Existe una incapacidad de amar en ellos, ante la cual se impacta cualquier hombre o mujer que pretende iniciar una relación con ellos: inmediatamente es rechazado o, si es aceptado, entra en el aislado círculo, en donde poco a poco se va secando como ser humano, hasta quedar sumergido en la compañía de soledades incompartidas de esa familia. No en vano el título del libro.

                LA SUCESIÓN DE CICLOS: La misma Úrsula lo percibe muy pronto en la obra, parecería que la historia de los Buendía, es una sucesión eterna de ciclos que van y vienen: la repetición de nombres, de temperamentos, de acciones y de consecuencias, parecen no tener fin, de igual manera, parecen no dejar huella en los personajes, que continúan cometiendo los mismos errores, ¿quizá igual que los hombres en la historia del mundo?

                LA FATALIDAD: La trama de la novela parece avanzar de manera natural, sin presiones del autor y con desenlaces nada forzados, como si la historia por sí misma llevara una carga fatalista que la obliga irreductiblemente al final propuesto, en el momento de tu lectura en la que te das cuenta de eso, sientes como si entraras a un tobogán, en el que, conforme vas leyendo te vas dirigiendo, juntamente con los personajes, al desenlace trágico de la historia.

                No pude dejar de sentir una onda relación entre Macondo con otro pueblo de la literatura latinoamericana: Comala, de la novela “Pedro Páramo” del mexicano Juan Rulfo; Macondo y Comala parecen un juego de trasposición de sus mismas letras. El mismo García Márquez confesaba la profunda impresión que la obra de Rulfo imprimió en él, y me gusta pensar que en su Macondo, Gabo quiso retratar la misma decadencia que Rulfo retrata en Comala, incluyendo los espectros que resultan familiares en ambos, con una gran diferencia: la obra del mexicano, sólo retrata el resultado final del pueblo, en García Márquez se nos presenta todo el devenir del pueblo desde su creación hasta su muerte, con todo su proceso autodestructivo. Una diferencia más, el protagonista mexicano, Pedro Páramo, no sale de la memoria de Comala, “Pedro Páramo es un rencor vivo”; mientras que el Coronel Aureliano Buendía, llega a convertirse con el tiempo en una leyenda que no se recuerda y no se cree.

                Sin duda, estamos frente a un antes y un después de la literatura, no solo latinoamericana, sino universal, por ello le doy 5 estrellas de 5.

·         Lo bueno: la enorme belleza de la historia y la impresionante sensación de desasosiego ante la pérdida de un pueblo con la magia de Macondo y de los Buendía.

·         Lo malo: Una obra que requiere madurez lectora para desentrañar sus sentido íntimo y no quedarse únicamente con historias de guerras, incestos y amores perdidos.

·         Lo feo: Que nuestro pueblo mexicano no se haya encontrado masivamente con esta joya de la literatura universal, tan cercana a su lengua y cultura.

Algunas perlas de este libro:

·          “Agobiada por el peso insoportable de su propia obstinación, Amaranta se encerró en el dormitorio a llorar su soledad hasta la muerte”.

·         “Extraviado en la soledad de su propio poder, empezó a perder el rumbo”.

·         “El mejor amigo, solía decir entonces, es el que acaba de morir”.

·         “No imaginaba que era más fácil empezar una guerra que terminarla”.

·         “Hizo entonces un último esfuerzo para buscar en su corazón el sitio donde se le habían podrido los afectos, y no pudo encontrarlo”.

·         “El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”.

·         “Aquel hijo por quien ella habría dado la vida era simplemente un hombre incapacitado para el amor”.

·         “Un minuto de reconciliación tiene más mérito que toda una vida de amistad”.

·         “No entendía que hubiera necesitado tantas palabras para explicar lo que se sentía en la guerra, si con una sola bastaba: miedo”.

·         “El tiempo no pasaba, como ella lo acaba de admitir, sino que daba vueltas en redondo”.

·         “Aureliano y Fernanda no compartieron la soledad, sino que siguieron viviendo cada uno en la suya”.

martes, 2 de febrero de 2016

365 días para conocer la historia de México.

                Entonces, ¿nada de lo que nos han ensañado de historia es cierto?, fue la pregunta que me hizo mi hijo mayor cuando le platiqué algunas de las cosas que aprendí en este libro. Tengo que confesar que para mí también fue un descubrimiento, y una sensación muy parecida a la de mi hijo me asaltó al leer estas páginas, ¡pero dichoso el libro que ocasiona estos sentimientos!

                No sabía de la historia según la cual Zapata fue protegido por el santo de su devoción en una batalla que prácticamente tenía perdida, como Francisco I. Madero era un total creyente del espiritismo, que Carranza y Obregón eran acérrimos enemigos de Villa y Zapata, que la conquista de México se logró más por la epidemia de viruela que trajeron los españoles que por las fuerzas de Cortés. Y como estos, existen muchos detalles de nuestra historia que permanecen escondidos, esperando que alguien los tome y cree una gran historia con ellos. Alejandro Rosas escribió este libro pensando en presentar la historia sencilla, divertida, interesante y breve, todas excelentes cualidades para una obra de difusión histórica.

                El esquema es sencillo: 365 pequeños relatos de diversas etapas de la historia de México que permiten leer sin cansarse, leyendo solamente una página, a manera de los calendarios que hace algunos años contenían en el reverso de sus hojas historias o datos interesantes; de esta manera, el lector va recorriendo durante un año la historia de México casi sin esfuerzo.

                Por supuesto que no abordé este libro de esa manera, sino como lectura continuada durante los pasados días. Debo confesar que no es la mejor manera de leerlo: está escrito para leerse una página al día y así debe leerse, haberlo leído de corrido no me permitió formar un contexto de mi lectura, porque cada página es totalmente independiente: me encontraba leyendo una historia de la Revolución Mexicana y al pasar la  página ya estaba leyendo la historia de una batalla de resistencia de los indígenas de la península de Yucatán frente a los conquistadores españoles, repito, así no tienes manera de identificar contextos en tu lectura. Sin embargo, eso fue ocasionado por la forma de lectura que decidí llevar, totalmente diferente a la que se recomienda por parte del autor.

                Lo anterior no resta valor a esta obra, la cual considero una magnífica aproximación a la historia sin importar el grado de conocimiento que se tenga de la misma. Lo más valioso de este libro, creo yo, es que desmitifica a los héroes nacionales, presentándolos como verdaderos seres humanos con fallas, aciertos, pasiones y no siempre impecables.

                Esta obra, me hizo descubrir el valor del periodo colonial. México (en mala hora) ha querido enterrar esa etapa de la historia como si fuera ignominiosa y abyecta, sin embargo, es una etapa vital para nuestra nación, se nos olvida que no somos indígenas, (muchos parece que quisieran serlo exclusivamente), el mexicano es indígena, pero también español, también árabe, y judío, y negro, las cinco raíces del mestizaje mexicano subsisten en nosotros.

                ¿Historia oficial, historia real? El mismo autor lo aclara: la historia ha sido sistemáticamente utilizada por cada gobierno en turno, no como ciencia que nos permita conocernos a nosotros mismos, sino como herramienta de adoctrinamiento social con la cual legitimarse, utilizando un enfoque maniqueo, que sataniza a los adversarios y santifica a los héroes de la corriente a la que pertenece. Lo anterior ocasiona que una misma figura histórica sea al mismo tiempo odiada y amada, de manera que sea fuente de eternas divisiones entre los mexicanos; entre todos, la figura paradigmática de esta situación es sin duda Porfirio Díaz. Ante esta circunstancia, la clave es: “La historia no se debe creer, la historia se debe cuestionar”.

                Con todo, es una lectura más que interesante, útil y divertida, le doy 4 estrellas sobre 5.

                Lo bueno: La manera tan desenfadada de presentarnos la historia, fuera de prosopopeyas, expresiones nacionalistas y romanticonas.

                Lo malo: Tal vez por la cantidad de información que se tiene, se dio mucho realce al período revolucionario, me gustaría ver más material del periodo de 1810-1990 y por supuesto, la colonia.

                Lo feo:  La forma en la que decidí leerlo, es mejor disfrutar la anécdota día por día.

Algunas perlas de esta obra:

·         “La combinación no podía ser más peligrosa: un pueblo que abdica de sus derechos unido al hombre que, ensoberbecido, ocupa el poder”.

·         “Ante las enérgicas palabras del presidente Madero: ´es usted un traidor´, Blanquet bajó la mirada y sólo respondió: ´es usted mi prisionero´”

·         “A diferencia de los movimientos de independencia en otros territorios de América Española, el de México tuvo una característica peculiar: fue encabezado por sacerdotes que se convirtieron en caudillos”.

·         “San Juan de Ulúa, en Veracruz, no podía compararse con el infierno, porque lo era”.

·         “Aunque la leyenda establecía que debían ser electos por el voto popular y su poder provenía del mandato de los ciudadanos, buena parte de los gobernadores creían descender de una casta divina y como reyes actuaban”.

·         “Como para olvidarse, su famosa victoria en El Álamo, toda una carnicería, de la que un oficial mexicano escribió: ´otra victoria como esta y nos lleva el diablo´”

·         “En la educación de nosotros falta lo esencial: principios sólidos para la vida, educación interior, que es la que hace a los hombres grandes”.

·         “Sé que me van a matar, pero también que mi muerte hará más por la causa democrática que todas las gestiones de mi vida, porque la sangre de los mártires fecundiza las grandes causas”.

·          “Eran otros tiempos. Tiempos en que la palabra empeñada, el honor y la convicción eran las mejores prendas de los mexicanos. Tiempos en que los hombres, como señaló en alguna ocasión Antonio Caso, ´parecían gigantes´”.

miércoles, 20 de enero de 2016

Las Aventuras de Tom Sawyer

              Un libro entrañable, si entrañable es que te haga remontar a viejos tiempos, en los que una canica y una piedrita del camino eran tus grandes tesoros. Mark Twain retrata la vida de un niño en los Estados Unidos antes de la guerra de secesión (alrededor de los 1850). Lo primero de lo que te das cuenta es del cambio tan drástico que ha tenido la vida en los últimos 30 años: para quienes tenemos más de esa edad, los juegos, aventuras y problemas que pasa el Tom, en una sociedad del mediados del siglo XIX ,son idénticos a los que tuvimos nosotros en pleno siglo XX: correr, jugar a los piratas, nadar, trepar árboles, intercambiar “tesoros” con los amigos (sapos, escarabajos, canicas, etc.) que, comparados con la vida que ahora tienen nuestros hijos, apenas dos décadas después, son impensables.

                El autor nos hace volver al tiempo en el que éramos capaces de imaginarlo todo y de creerlo todo, cuando nuestras promesas eran eternas y los problemas efímeros. Inmediatamente te identificas con ese niño inteligente y pícaro, aunque no hayas sido tan vago como él, pero fácilmente puedes encontrar similitudes entre lo que fue tu vida y la suya. Pero vayamos a la historia de nuestro héroe:

                Tom Sawyer es un huérfano de padre y madre, que vive con su tía, con su medio hermano y su prima. Como todo niño, detesta ir a la escuela, preferiría tener el tiempo libre para salir a jugar con sus amigos y correr las aventuras que a cada momento vienen a su mente. Sin embargo, tiene que obedecer y  medio cumplir sus deberes, aunque, no pierde las oportunidades para salirse de la escuela y vivir su vida en libertad, situación que es una fuente de conflictos y amenazas de su tía, que no sabe cómo ponerle rienda a un chico como él.

                Entre sus amigos, cuenta con quien es la envidia de todos los niños: Huckleberry Finn, un niño abandonado y sin hogar, que cuenta con la bendición de no tener obligaciones: no tiene que ir a la escuela, levantarse temprano, bañarse, ir a la iglesia, etc. (todo lo que un niño desearía para ser feliz). Con él corre sus aventuras y aunque no es el prototipo de amigo que todos quisieran para él, Tom lo estima, porque es capaz de seguirlo en todas sus fechorías.

                Escapadas a media noche, mentiras para librarse de castigos y  juramentos de guardar sus secretos comunes, son los ingredientes que el autor utiliza para meter a Tom y a Huck en verdaderos aprietos: ser testigos de un homicidio en medio de un cementerio a media noche, escaparse a una isla cercana al pueblo donde viven, mientras todo el pueblo los piensa ahogados, vigilar a un par de malhechores que cuentan con un botín de miles de dólares  y quedar perdidos en una caverna por días sin luz, ni comida. La historia  nos va llevando a un clímax que difícilmente esperaríamos cuando iniciamos la lectura de esta novela.

                Valores como la amistad, la fidelidad, el honor, la generosidad y la nobleza siempre son de agradecer en historias como esta, pero vistas en un corazón infantil, nos dan clara idea de que el hombre por naturaleza tiene un germen de bondad, y que en el camino algo hemos perdido, a la vez que nos da la oportunidad de ver en retrospectiva nuestra vida y juzgarla a la luz de una inocencia ya perdida.

                Como ya lo dije, una historia entrañable, que sin menoscabo de sus virtudes, no llega a convencerme totalmente, hay algunas incongruencias en el protagonista que le quitan credibilidad: el mismo niño que puede inventarse historias, creérselas y tomar decisiones en base a esas fantasías no parece ser el mismo que con una inteligencia muy superior a su edad observa detalles, intuye consecuencias y saca deducciones que sorprendentemente son acertadas, a no ser que Tom Sawyer sea el arquetipo del hombre que, con corazón de niño, no pierde su capacidad de asombro y que al mismo tiempo utiliza su genio para salir adelante en el mundo que le rodea, pero sinceramente, no creo que Mark Twain haya ideado la figura de Tom como una alegoría.

                Muy buena novela. A mi gusto, recibe 4 estrellas de 5.

                Lo bueno:  Es una novela que te hace retroceder al tiempo de tu niñez, te conviertes en un compañero de aventuras de estos niños.

                Lo malo: Poco antes de la mitad del libro, se siente que el ritmo de la narración baja, perdiendo interés y haciendo un tanto cansona la lectura.

                Lo feo: Darte cuenta que nuestros hijos ya no vivirán una niñez como la retratada en estas páginas. ¡Cuánto hemos perdido!

                Para terminar, unas perlas de esta historia:

·         “Había descubierto, sin darse cuenta, uno de los principios fundamentales de la conducta humana, a saber: que para que alguien, hombre o muchacho, anhele alguna cosa, sólo es necesario, hacerla difícil de conseguir”.

·         “Ocurre a menudo que cuanto menos justificada está una costumbre tradicional, más trabajo cuesta desarraigarla”.

·         “El elástico corazón juvenil no puede estar mucho tiempo deprimido”.

·         “Las verdades acerca de nosotros mismos, dejan siempre mal sabor de boca”.

·         “Hizo un nuevo descubrimiento, a saber: que comprometerse a no hacer una cosa es el procedimiento más seguro para que se desee hacer precisamente aquello”.

·         “Tom vacilo y parecía abochornado.  –Dilo, muchacho…, y no tengas escrúpulos. La verdad es siempre digna de respeto”.

viernes, 15 de enero de 2016

Historia de la vida cotidiana en México

                ¿Por qué los mexicanos no nos podemos imaginar una comida sin tortillas?, ¿Por qué es tan importante para nosotros la relación con el compadre?, ¿De dónde proviene nuestro recelo por la autoridad? Este es el primero de una serie de seis libros que tratan de generar en el lector estas y otras preguntas, confrontándonos con nuestro pasado común. La historia no sólo se teje mediante, guerras, caudillos, hazañas, reyes y gobernantes; la historia, la verdadera historia, se crea día a día con las acciones comunes de un pueblo, que van estableciendo tradiciones y cosmologías que a la larga construyen a las sociedades.  

                Esta colección, coordinada por el Colegio de México, escrita por un amplio número de especialistas del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Autónoma de México y editada por el Fondo de Cultura Económica, nos presenta, como en un mosaico, las creencias, costumbres y usos que se han estado desarrollando en México desde los tiempos prehispánicos y que han dado forma a nuestro pueblo hoy en día.

                Este primer ejemplar, nos llevará a conocer las costumbres de los antiguos pobladores de nuestro país, desde la lejana civilización madre de los Olmecas, hasta la vida de los indígenas en los primeros años de la Colonia: cómo vivían, cómo se casaban, cómo se alimentaban, cómo hacían la guerra, la forma en que la vestimenta mostraba sus rangos sociales, el choque sociológico y cultural que representó la aparición del español en medio de estos pueblos, las incomprensiones de unos y otros al no poder ver el mundo desde el punto de vista ajeno y cómo algunos jefes indígenas pudieron conservar e incluso aumentar su poder y riqueza aprovechándose del nuevo orden social y político traído por los españoles.

                Solemos pensar que la historia de México es algo parecido a: “había muchos pueblos indígenas antes de la llegada de los españoles: mayas, toltecas, mexicas, tlaxcaltecas y chichimecas, luego llegó Cortés, los venció y conquistó… luego, el cura Hidalgo se levantó en armas para eliminar la tiranía de los españoles”… pero da la casualidad que entre la conquista de México y el grito de independencia ¡hay 300 años! Más años de los que llevamos como país independiente, obviamente los 300 años de colonia son una parte fundamental de nuestra construcción como sociedad, y esta colección pretende rescatarla y ponerla al alcance de todos, sin olvidar la etapa precolombina y los años de nuestra vida independiente.

                Una característica importante de este libro es que es una colección de ensayos colocados más o menos de forma cronológica y cada ensayo está escrito por un especialista diferente, lo que hace que encontremos en el libro diferentes estilos narrativos y diferentes visiones de la realidad, pudiendo a veces encontrarnos con temas y estilos verdaderamente soporíferos y otras veces con ensayos muy bien escritos, interesantes y hasta emocionantes. También nos encontraremos que todos los textos son académicos, con abundantes notas y pies de página, que aunque utilizan todos un lenguaje muy sencillo pueden, no obstante, desesperar al lector; yo de entrada me salteé todos las notas, que representan fácil unas 68 páginas del libro.

          En este primer tomo, vemos en 17 ensayos, diferentes escenas de las civilizaciones Olmecas, Teotihuacana, Maya, Mexica, los días de la guerra de conquista, la nueva religión, los conventos, la educación y la nueva organización civil, las misiones en el norte de la Nueva España y las constantes resistencias indígenas. Todas en el marco de las costumbres y sobre todo el mestizaje de la cultura indígena y española y nos deja preparados para encontrarnos con la vida del México colonial de los libros segundo, tercero y cuarto.

           Es un libro que constituyó un gran descubrimiento para mí y me ayudó a entenderme mejor y a entender a nuestro pueblo, le doy 5 estrellas de 5.

·         Lo bueno: El descubrimiento de la vida común como constructora de toda una civilización como la nuestra.

·         Lo malo: Los conocimientos que podemos adquirir de los primeros pobladores de México en el período Preclásico y Clásico son casi exclusivamente arqueológicas, de manera que si como yo, no te interesa gran cosa la arqueología, sentirás que los primeros capítulos son extremadamente áridos y laaaargos.

·         Lo feo: El papel, es un libro bello, bonita encuadernación y de gran calidad, el papel también es un papel de alta calidad, pero excesivamente brillante, creo yo que para dar mayor realce a las ilustraciones, sin embargo, a la hora de leer, siempre te encuentras en un lugar de la página con el reflejo de la luz solar o de la luz artificial que estás utilizando, y eso es muy molesto, te obliga a estar continuamente moviendo el libro para quitar el reflejo de la luz en tus ojos, de verdad que extrañé el papel rústico que no refleja o la superficie mate de mi Kindle.

Para terminar, les paso algunas perlas de este hermoso libro de 520 páginas:

·         “Las crónicas suelen elogiar la limpieza de la ciudad (Tenochtitlán) y detallan algunos de los procedimientos mediante los cuales se lograba esa limpieza. En los barrios había cuadrillas encargadas de levantar la basura y desazolvar los canales anegados. En algunas vías públicas había braseros para la incineración de desechos sólidos”.

·         “En realidad, pocos pueblos de la historia parecen haber tenido la pasión por las flores que tuvieron los antiguos nahuas. No había fiesta religiosa en la que no estuvieran presentes las ofrendas florales, a veces en forma de grandes tapetes, “.

·         “Decían que el que estornudaba, era señal que alguno decía mal de él, o que alguno hablaba de él, o que algunos hablaban de él”.

·         “Los antiguos nahuas tenían hábitos de higiene completamente distintos a los que caracterizaban a los europeos de la misma época. El baño diario era común entre los nahuas, incluso dos o tres veces al día”.

·         “Otra situación que hacía palidecer a los españoles era la costumbre indígena de gritar durante las batallas, de la que hablamos antes. Al pelear gritaban, tocaban sus tambores y también sus instrumentos de viento. Convertían, de este modo, un campo de batalla en el lugar más ruidoso posible”.

·         “Una de las adaptaciones más interesantes que los indios hicieron en relación con el bautismo fue el sistema de compadrazgo. Manipularon la figura del padrino y el nexo del compadrazgo con la finalidad de tejer redes de compromisos y responsabilidades que dieran consistencia a la comunidad.”

·         “En opinión de Zumárraga, los indios se convertían más por la música que por la predicación, y agrega, ´los vemos venir de partes remotas por oir y trabajar por aprender (la música) y salir con ello´”

·         “Algunas de las prácticas que llaman la atención del religioso son de raigambre antigua, y él mismo lo percibe: ´se precian los viejos, por muy principales que sean, de barrer las iglesias, guardando la costumbre, en tiempos de su infidelidad, que en barrer los templos mostraban su devoción´”

"Pinball", Haruki Murakami

          “Un día, algo cautiva nuestro interés. Cualquier cosa. Algo insignificante. Un capullo de rosa, un sombrero perdido, un jersey que nos gustaba de niños, un viejo disco de Gene Pitney… Lo que me cautivó a mí aquel domingo de otoño al atardecer fue, ni más ni menos, una máquina pinball”.

         Me pareció un excelente inicio para esta novela, justifica su razón de ser y lo prepara a uno para la historia que se avecina. El único problema es que este párrafo lo escribe el autor ¡después de que has leído la mitad del libro! 

        Me considero flexible respecto a estructura narrativa y además paciente, para novelas que te hacen leer páginas y páginas sin decirte a dónde quieren llevarte pero, no creo buena idea iniciar la novela a mediados del libro.

         Antes de este punto, la historia es una serie de dos narraciones que relatan sucesos en la vida del personaje principal, que se diría, es el autor y sus aventuras con dos gemelas un tanto huecas de cerebro con las que vive y, por otra parte, algunas aventuras del “Rata”, el amigo del protagonista.

            La historia fue escrita como la continuación de la primer novela de Haruki Murakami: “Escucha la canción del viento”, se desarrolla tres años después, sin embargo, no veo en “Pinball” la misma magia que encuentro en la obra prima del autor. Sin embargo, continúa con el mismo estilo que no deja que te separes del libro.

            Podríamos decir que esta pequeña novela se divide en tres grandes historias:

·         Primero, la situación de vida del protagonista, en la que una vez regresando de Tokio por motivos de estudios, establece junto a un socio una oficina de traducciones que lo mantiene bastante ocupado, nos cuenta algunos trazos de la vida en su pequeña oficina y a la vez, la relación que mantiene con un par de hermanas gemelas que vienen a vivir a su casa sin razón aparente y que él acepta sin muchas preguntas.

·         La segunda parte de la novela consiste en la historia de la obsesión temporal del protagonista por una vieja  máquina de Pinball con la que jugaba años atrás, dicha obsesión, lo lleva a investigar su actual paradero, (cómo si de una vieja novia se tratara) y consultar con un profesor universitario especialista en la historia de las máquinas Pinball, hasta que la encuentra en un almacén en donde un coleccionista reúne docenas de esas máquinas.

·         La tercera historia que se va narrando en capítulos intercalados con las otras dos historias, cubriendo el total de la novela, nos adentra en la vida de “El Rata”, personaje que ya conocemos desde la lectura de “Escucha la canción del viento”, sus intrascendentes platicas con Jay, el dependiente del Jay´s Bar de donde es cliente frecuente, su inocente “acoso” a una mujer a la que ve en la habitación de su casa cuando pasea por la playa en las tardes y su decisión de alejarse para siempre de esa ciudad.

          No existe una línea argumental y tal vez la única historia con continuidad sea la búsqueda de la máquina Pinball, la cual, debo decir, engancha a pesar de su intrascendencia, sin embargo, da pie a que la magia de Murakami se haga presente: una vez que ha encontrado nuestro protagonista la máquina tan buscada, el autor nos presenta un diálogo que se da entre éste y la máquina, simplemente fascinante, sin duda para mí, es la mejor parte de todo el libro, quedas embelesado y confirmas que Murakami es un genio de los diálogos.

         Con todo, no me pareció una gran novela, razón por la cual le doy 3 estrellas de 5.

Lo bueno: Ya lo dije, la capacidad del autor de atraparte si hay un diálogo de por medio.

Lo malo: La dispersión de las ideas, la falta de una línea argumental general.

Lo feo: Si en su anterior novela, medio mundo tomaba cerveza, ahora, todo mundo fuma. ¿de qué se trata?

Muy hermosas frases se pueden encontrar en esta novela, para muestra, una perlas:

·         “El faro, siempre captaba el instante en que la luz y las tinieblas se mezclan y las tinieblas se disponen a trascender a la luz”.

·         “Suponiendo que alguien muera hoy, nosotros no estaremos tristes –me dijo el apacible venusiano-. Nosotros ya lo amamos mientras vivía. Para no arrepentirnos después de nada”.

·         “Hacía tiempo que no miraba el cielo. Aunque sería más exacto decir que hacía tiempo que no me paraba a contemplar algo con sosiego”.

·         “Y del mismo modo que en ´Alicia en el país de las maravillas´  ocurre con el gato de Cheshire, una vez que Naoko hubo desaparecido, sólo quedó su sonrisa”.

·         “Los días de lluvia y los lunes, todos tenemos el corazón sombrío”.

sábado, 2 de enero de 2016

Top ten del 2015

         Siempre será injusto hacer listas, pero los seres humanos somos así, tendemos a comparar y a tener favoritos.

         Todo libro deja una marca en el lector y este año estuvo lleno de lecturas provechosas, divertidas e interesantes, así que, aquí van las 10 mejores lecturas que tuve la oportunidad de disfrutar en este año que acaba de concluir.

10 Historia de Cristo (Giovanni Papini): La historia de Nuestro Señor escrita por un filósofo del siglo XX. Se presenta el aspecto humano y divino del Redentor a través de los ojos de un altísimo intelectual de nuestro tiempo.

9 Cyclus apocalyticus (Antonio Fortea): La enorme historia de  los tiempos apocalípticos vividos en un futuro cercano, fiel al texto de San Juan y escrito en clave del siglo XXI. Con un estilo rápido y elegante nos presenta los últimos días antes de la venida de Cristo.

8 Escucha la canción del viento (Haruki Murakami): Las vacaciones de un estudiante japonés en su ciudad natal, le dan el pretexto al autor para mostrar una prosa poderosísima que atrapa desde la primera página, junto con Cyclus apocalypticus son los dos únicos libros de esta lista que han sido escritos reciéntemente.

7 Rojo y negro (Stendhal): La historia de un joven ambicioso y de moral variable, según la conveniencia del momento. Una historia profunda acerca de la naturaleza humana, aunque a veces de prosa lenta para mi gusto, pero no deja de ser una joya.

6 La Odisea (Omero): Las aventuras del rey de Ítaca a su regreso de la guerra de Troya, una historia de valor, fidelidad y fe que ha permeado desde tiempos inmemoriables nuestra cultura occidental.

5 La Iliada (Omero): Grandes valientes se enfrentan en una guerra en la que ambos bandos están llenos de hombres íntegros, honorables y dignos de recordarse. Piedra angular de la literatura universal.

4 Orgullo y prejuicio (Jane Austen):  El retrato del sociedad inglesa del siglo XIX en una intensa historia de amor, caballerosidad y orgullo, la única autora femenina de la lista ¡pero qué autora! La mujer más leída en la historia de la literatura.

3 Ana Karenina (León Tolstoi): Una catedral del conocimiento del espíritu humano y de las relaciones matrimoniales, enmarcada en la rusia sarista del siglo XIX con personajes entrañables y complejos que se convierten en amigos tuyos para toda la vida.

2 El Conde de Montecristo (Alexandre Dumas): Un derroche de aventuras y acción, la historia perfecta de la venganza. Basta iniciar su lectura para que estés al filo de tu asiento esperando el desenlace final y al mismo tiempo deseando que la historia nunca termine.

1 Don Quijote de la mancha (Miguel de Cervantes): La novela de novelas, la historia de los ¿fracasos? e ¿insensateces? del caballero de la mancha y su inseparable escudero dejan una marca imborrable en aquel que se adentra en sus páginas. Nadie nunca será el mismo después de haber conocido al caballero andante por excelencia.

        Pues esta ha sido la lista, cabe señalar que si los libros situados en los primeros 7 sitios los hubiera leído en años diferentes cada uno, con toda seguridad hubieran quedado cada uno en primer lugar de la lista, de tal calidad fueron las obras que tuve la fortuna de leer este 2015.

        Viene el 2016 con grandes historias que descubrir. Mis mejores deseos para este año, que esté lleno de aventuras y enseñanzas.

viernes, 1 de enero de 2016

"Escucha la canción del viento" Haruki Murakami

          El dueño de un bar de jazz decide escribir su primer novela, lo que ni siquiera sospecha es que esa primer novela lo convertirá en uno de los escritores más aclamados del mundo. Veamos la opera prima del más famoso de los escritores japoneses de la actualidad: Haruki Murakami y su novela "Escucha la canción del viento".

         Un estudiante de la carrera de biología en una universidad de Tokio regresa a la pequeña ciudad donde se crió para pasar sus vacaciones de verano, se reencontrará con viejos amigos y conocerá a una chica que encuentra inconciente en el baño de un bar.

        Ese inesperado encuentro dará inicio a una amistad entre dos personas que podrían complementarse y terminar de construirse mutuamente, es el destino que parece entreverse a cada paso de esta lectura y que mantiene una bella tensión en toda la trama.

       Dueño de un particular estilo, Murakami inicia su novela sin saber nosotros siquiera que estamos ya inmersos en su historia, simplemente empezamos a leer y aunque de momento no sabemos encontrar las conexiones de los personajes, situaciones y diálogos, el autor nos ha atrapa con su poderosa prosa impidiéndonos dejar el libro o deseando volver a leerlo si hemos tenido la necesidad de dejarlo por hacer algo diferente.

       Frases cortas, muchos diálogos, recreación de ambientes familiares para todos y una historia fuera de romanticismos rosas es la fórmula que Haruki Murakami eligió para esta, su primer novela.

       A pesar de ser una historia común y hasta podría decírse "prescindible", es el estilo de escritura el que atrapa y te deja sentado pasando página tras página hasta terminarlo.

Calificación: 5 de 5 estrellas es un libro que te permite acceder al nacimiento de un gran novelista.

Lo bueno: el estilo de escritura, ágil y atractivo, que te obliga a quedarte para seguir disfrutando de esa charla.

Lo malo: es una historia simple, sin grandes pretensiones, propia de un escritor no profesional y novato.

Lo feo: la cerveza, parece ser que los personajes y sobre todo el protagonista, no pueden ni siquiera pensar si no dan un trago a una cerveza. Este libro podría pasar como un "comercial novelado" de cualquier marca de cerveza.

Algunas perlas de este libro:

"Envejecer no es tan duro si te mantienes receptivo a aprender lo que sea sobre cualquier cosa."

"Quien tiene el corazón oscuro, sólo puede tener sueños oscuros, Quien lo tiene aún más oscuro, ni siquiera sueña."

"Cultura es comunicación. Cuando ya no tiene nada que expresar y transmitir, un civilización desaparece."

"Vino frío y corazón caliente."

"Ella no era una belleza. Aunque la expresión 《no era una belleza》no le hace justicia. Creo que sería más apropiado decir: 《ella no era tan hermosa como hubiera podido ser》."

"Bajo los tibios rayos del sol de mayo, la vida y la muerte gozaban de la misma paz."

"La infancia de Jesús", Joseph Ratzinger

           Era obligada su lectura para Navidad, y fue muy provechosa. Ya varias veces he dicho que S.S. Benedicto XVI es el mejor teólogo católico en muchos siglos, tanto por la profundidad de su pensamiento, como por la sencillez con la que lo sabe expresar.

         Después de habernos dejado los grandes libros de Jesús de Nazareth I y II, tenía pendiente escribir sobre los evangelios de la infancia, el resultado fue este entrañable libro que, dejando fuera la sensibilería, presenta a un Dios muy humano, al grado de encarnarse.

          Por su extensión, apenas unas 100 páginas, resulta de rápida lectura pero para nada es un libro superficial, Su Santidad trata temas como la presencia constante de la cruz en las narraciones de la infancia: en el anuncio de ángel, la profecía del anciano Simeón, en la adoración de los magos y otros más, encontraremos invariablemente como telón de fondo la imagen de la cruz, presentando a Jesús como un niño nacido para morir.

         Es característico de Joseph Ratzinger, como buen teórico, depender mucho  de la construcción de ideas, lo cual hace que escriba con textos largos, como edificando una catedral en la que nos va haciendo entrar para admirarla. Difícilmente encontraremos aquí frases breves, al contrario, el autor va desarrollando su idea en grandes párrafos que nos van llenando de asombro y admiración.

           Calificación: 5 de 5 estrellas, un libro corto, provechoso y entrañable.

Lo bueno: la forma magistral del autor para explicar sencillamente los grandes misterios de la infancia de Jesús.

Lo malo: siento que Su Santidad podría haber profundizado más en esta obra, de repente parecería que se le vió como "obra de relleno" para completar la trilogía de "Jesús de Nazareth" y no quiso abundar más en el misterio de la encarnación. Me quedé con ganas de más.

Lo feo: esta edición en particular contiene algunos errores de redacción que me molestaron durante la lectura, como utilizar en repetidas ocasiones el verbo "desvelar" en lugar de la palabra correcta: "develar".

Algunas perlas de este libro:

"Cualquier interpretación se queda corta respecto a la grandeza del texto bíblico."

"El signo de la Nueva Alianza es la humildad, lo escondido: el signo del grano de mostaza. El Hijo de Dios viene en la humildad."

"Mientras el ángel 《entra》 donde se encuentra María, a José sólo se le aparece en sueños, pero en sueños que son realidad y revelan realidades. Se nos muestra una vez más un rasgo esencial de la figura de san José: su finura para percibir lo divino y su capacidad de dicernimiento. Solo a una persona íntimamente atenta a lo divino, dotada de una particual sensibilidad por Dios y sus senderos, le puede llegar el mensaje de Dios de esta manera."

"Cuanto más se acerca una persona a Jesús, más queda involucrada en el misterio de su pasión."